Uno de los cuatro mineros heridos en la explosión que el pasado 31 de marzo costó la vida a cinco de sus compañeros, todos leoneses, en la mina de Cerredo, en el suroccidente asturiano, ha confirmado que en el momento del accidente estaban extrayendo carbón, pese a que la titular de la explotación Blue Solving carecía de permiso para ello.

El minero ha hecho estas declaraciones al programa 'Malas lenguas' de Televisión Española, después de haber prestado declaración durante tres horas ante la Guardia Civil, que está recabando el testimonio de los heridos y de quienes salieron ilesos de la explosión para tratar de aclarar lo que pasó.

Con muletas por las secuelas que le ha dejado el accidente, este trabajador ha señalado que él y sus compañeros estaban "extrayendo carbón y limpiando galería; lo que se suele hacer en una mina", y se ha mostrado convencido de que el accidente podría haberse evitado.

Su declaración se suma a las evidencias de extracción de carbón que los inspectores encontraron la semana pasada en su segunda visita al nivel tercero de la mina, en el que tuvo lugar la explosión y en el que encontraron equipos de transporte de mineral, vagones, una locomotora, una pala hidráulica, equipos de ventilación, martillos neumáticos, madera y tubería, entre otros materiales.

Además descubrieron dos huecos posteados de más de 18 y 24 metros de longitud, unos 25 o 30 metros de altura y 80 centímetros de anchura, según una estimación visual dado que los técnicos no pudieron adentrarse dada la gran acumulación de grisú.

Estos datos los dio a conocer la ya exconsejera de Transición Ecológica, Industria y Comercio del Principado, Berlarmina Díaz, el pasado martes, momentos antes de presentar su "dimisión irrevocable" ante los ataques de los que estaba siendo por su gestión en materia de minas y para, según aseguró, no entorpecer la investigación abierta.

En el momento de la explosión de grisú había en el nivel tercero de la mina de Cerredo once trabajadores, de los que cinco fallecieron, todos de León, y otros cuatro resultaron heridos, aunque todos ellos han sido ya dados de alta.

Según la exresponsable de minas del Principado, la condiciones en las que estarían extrayendo carbón eran de "extrema peligrosidad" que "ni en el peor de los chamizos" podría haberse imaginado.

Blue Solving, como titular de los derechos mineros del antiguo Grupo Cerredo, tenía vigente hasta el 11 de abril de este año un permiso para la recuperación de materiales de interior del piso tercero de la mina, como carril, cabrestantes o cintas, y de antiguos depósitos de estériles o acopios de carbón preexistentes, pero en ningún caso para la extracción de mineral, ya que se encuentra en proceso de cierre.

También había solicitado en junio del pasado año un proyecto de investigación complementario en el nivel uno de la mina que le fue concedido un mes después para la extracción de mineral para la obtención de grafito, si bien la exconsejera aseguró que, dado que la empresa nunca presentó el plan de labores al que estaba condicionado el permiso, no estaba activo.

La investigación penal sobre el accidente, el peor registrado en la minería asturiana en treinta años, se encuentra en manos del Juzgado de Cangas del Narcea mientras que en el parlamento asturiano se mantiene la incógnita de si, tras la dimisión de la consejera, se constituirá una comisión especial que dirima las responsabilidades políticas.