La Comisión Antiviolencia propone prohibirle el pase a los recintos deportivos dos años y, además, remitirá los hechos a la Fiscalía por si fueran un delito de odio
Lo único que no podía controlarse, la lluvia, se presentó en la ceremonia inaugural de los Juegos de París y empapó de forma inclemente a deportistas, artistas, público y autoridades.
Aunque en los momentos iniciales de la gran fiesta cayó de forma leve e intermitente, tres cuartos de hora después las precipitaciones arreciaron y obligaron a todos los participantes a protegerse con plásticos, si los tenían. Algunos asistentes abandonaron sus localidades cumplida una hora de espectáculo.
En el Trocadero, donde termina la ceremonia, una de las pantallas gigantes desde la que se seguía el espectáculo sufrió un apagón y se mantuvo en negro.
Los gorros de su uniforme sirvieron de ligera protección a muchos deportistas que avanzaban por el Sena subidos en todo tipo de embarcaciones descubiertas.
Es la primera ceremonia de la historia celebrada en la calle, fuera del estadio. El grandioso espectáculo preparado en las orillas del Sena al paso de los barcos se desarrolló ajeno a la lluvia, aunque deslucido por la cantidad de agua que caía.
Tanto a lo largo del Sena como en el estadio efímero del Trocadero las gradas son completamente descubiertas, con la excepción de una zona reservada a los miembros del COI y a los jefes de Estado y de Gobierno.
Unas 600.000 personas han asistido en directo a la ceremonia, 300.000 en gradas y otras tantas desde balcones y viviendas.
La Comisión Antiviolencia propone prohibirle el pase a los recintos deportivos dos años y, además, remitirá los hechos a la Fiscalía por si fueran un delito de odio
El Chelsea llegó a tentarla con una oferta de 2 millones brutos pero los tres años y unas cifras que pueden alcanzar el millón la han convencido para seguir
Cree que "no quieren" acabar con la piratería "porque es una fuente de financiación" y señala a Google: "nos está haciendo mucho daño"
Los corredores esquivaron al animal, que siguió ladrando y persiguiendo a los ciclistas hasta que lograron apartarlo de la calzada