Que este Gobierno vive en una burbuja de privilegios a millones de kilómetros de la realidad en que subsistimos el resto de los 43 millones de ciudadanos de este país se pone de manifiesto, lamentablemente, casi todos los días.

Una de esas evidencias, a la que no puedo por menos que hincarle el diente, son las recientes declaraciones de la ministra de Justicia, Pilar Llop, quien aseguró, el martes pasado, que, cuando viaja en metro y autobús, escucha a la gente hablar del bloqueo del Consejo General del Poder Judicial. "Todos los ciudadanos", señaló, "están muy preocupados" ante "un tema tan importante como la renovación de un órgano constitucional"... "Han entendido la trascendencia de esto que nos afecta directamente".

Hay que ser extraterrestre o estar totalmente desconectado del mundo para creerse una estupidez tan grande. Empiezo a pensar que han mentido y siguen mintiendo tanto que han perdido por completo la capacidad de discernir. Y así nos va.

Resulta tan cansino que, un día tras otro, su preocupación por la ciudadanía (más específicamente por los ciudadanos de renta media y baja, tal y como Sánchez no se cansa de repetir), se traduzca en ocurrencias sin ninguna base, estridencias de índole publicitario y demagogias varias, que no me quedan fuerzas para hacer siquiera un repaso de tanta ineptitud, tanta ignorancia y tanta mala baba.

Miren, si este 'des-Gobierno' quisiera, en serio, mostrar su preocupación por los ciudadanos, entre otras cosas, rebajaría de verdad los impuestos, especialmente el IVA, que incrementa el precio de todo lo que compramos o los 2 ó 3 gravámenes que hinchan el recibo de la luz, deduciría las retenciones y los tramos del Impuesto de la Renta de la Personas Físicas o, en lugar de tirar el dinero en bonos pa' ir al cine o comprar comics lo dirigiría a las familias que necesitan comprar libros o uniformes para el cole de sus hijos. Si se preocupasen de verdad por los ciudadanos, dedicarían la pasta que nos quitan en impuestos a reducir las listas de espera en los hospitales contratando a más médicos y enfermeros, si tuviesen algún interés por los ciudadanos dejarían de gastar inmensas cantidades de dinero en publicidad innecesaria para que, por ejemplo, 4 gordos como yo vayamos a la playa sin complejos (cosa que hemos hecho toda la puñetera vida). Si tuviesen alguna preocupación por la ciudadanía, ayudarían al pequeño comercio en lugar de hundirlo haciéndole la propaganda al Carrefour...

Si a este atajo de vividores les inquietara un mínimo el futuro de los ciudadanos, estarían planificando la capacidad energética de nuestro país para los próximos 200 años, asegurándose de que nuestros hijos, nietos y bisnietos no pasen jamás frío o hambre... acaso tengan por seguro que los suyos no lo pasarán. En lugar de eso, se atusan para salir en la tele y decirnos que lo que viene es muy duro, que lo vamos a pasar mal y que la culpa es de otros. Manda huevos. No necesito que me digan que lo que viene va a ser duro... lo veo cada vez que compro aceite, fruta o tengo que reparar la lavadora, lo veo cada vez que sale un ministro en la tele diciendo sandeces.

Pufff... no quiero seguir. Si a este Gobierno de calamidades, a esta lamentable comparsa del Carnaval de Cádiz (con perdón de las innumerables Comparsas que hacen felices, al menos un rato, a los gaditanos durante el Carnaval), le preocupase algo más que su propio culo, deberían largarse de una santa vez y poner en manos de los ciudadanos nuestro propio futuro, deberían dejarnos decidir si deseamos que sigan al frente de la lucha contra esta crisis que, a mi entender, con cada decisión que toman se hace más y más profunda. Eso no va a pasar, lo sabes tan bien como yo.

Mira que es lamentable que el mismísimo Sánchez dijera el martes en la tele (en entrevista realizada a su mayor gloria y boato) que los ciudadanos, «cuando son llamados a las urnas, votan, pero no eligen a los que realmente deciden» (hay que tener poca vergüenza, ser tonto o ser un completo desahogado para decirles a los ciudadanos que su voto no vale una mierda). Supongo que salvo que le sigamos votando a él, "adalid" de la lucha contra los que realmente deciden... ¡Madre mía! Que un presidente del Gobierno se atreva a decir que él no tiene capacidad de decisión le califica... penosamente. No me extraña que Carlos Herrera le llame 'Sanchinflas'. ¡No me quiero imaginar lo que le estará llamando Federico Jiménez Losantos!

Voy a parar aquí, no sea que me detengan.

¡Qué bien me han sentado las vacaciones este verano!

¿Se nota o no que vengo completamente relajado?

¡Qué asquito!