A todas las madres del mundo nos separan nuestras particulares circunstancias; pero nos unen sueños, miedos, corduras transitorias, locura equilibrante, tsunamis de paciencia, sentimientos de culpa, miedos, sonrisas, carcajadas, lágrimas, noches de insomnio, amor incondicional e imperfecto por nuestros hijos de cuna y vida.
Hoy celebramos desde este rincón la diversidad maternal. Para rendir este homenaje, algunas madres de distintas partes del mundo han compartido con nosotros sus historias, fotografías y reflexiones. He unificado sus respuestas en tres voces anónimas para crear un diálogo entre madres que os transmito a continuación.
Reformulando la maternidad ¿Qué significa para ti la palabra mamá?
Madre 1: Para mi ser madre es lo más grande de la vida, albergue, hogar, rezos, voluntad, incondicionalidad, amor sin límites, el único portal por el que se llega a la vida.
Madre 2: Recuerdos y añoranza por mi mami, pero también vida, ilusión y aprendizaje continuo.
Madre 3: Me siento afortunada de ser madre en estos tiempos, pero necesitamos seguir avanzando en igualdad, no solo de oportunidades, sino también en cambiar pañales, biberones, madrugadas, comidas, parques, igualdad en los cuidados.
¿Cuál ha sido tu mayor desafío como madre?
Madre 1: Ser todo a la vez en todas partes: madre, amiga, cómplice y compañera para todo, para la risa, el llanto, las preocupaciones, los problemas y todo eso, sin dejar de ser mujer empoderada con trabajo y vida propia.
Madre 2: Como madre migrante, mi mayor dolor fue dejar a mi hijo mayor atrás. Respecto de mi hija más pequeña, que he tenido la fortuna de criar de cerca. El mayor reto ha sido la adaptación a una cultura diferente sin perder los valores propios. Conseguir transmitir esos valores a pesar del entorno exterior, es esencial para no perder la identidad.
Madre 3: Para mí lo peor fue afrontar un postparto, sin poder andar por tres operaciones, la pérdida de mi madre de la noche a la mañana y la pandemia del COVID.
¿Cuál es la lección más importante que has aprendido?
Madre 1: Lo primero que la maternidad es muy dura. Las mamis necesitamos red de apoyo. Por último, que los niños hacen lo que nos ven hacer, no lo que les decimos, somos su ejemplo para bien y para mal.
Madre 2: Totalmente de acuerdo, yo he aprendido además a confiar en los valores de mi cultura, los que me inculcaron mis padres y que puedo transmitir en casa. Confío en que esos valores sólidos de casa los llevan consigo cuando cruzan la puerta y se enfrentan a la otra cultura.
Madre 3: Que no son míos, sino para el mundo. Que les van a crecer unas alas enormes para volar fuera de casa y emprender así mismo sus propios viajes hacia su interior.
¿Qué mensaje te gustaría transmitirles a tus hijos?
Madre 1: Que sean felices. Que, a esta vida, la única que tenemos, vinimos a ser felices, libres y plenos. No importa lo que eso signifique mientras no dañemos a otras personas ni a nosotros mismos.
Madre 2: Quiero que mi hija sea libre y que se acepte tal y como es. Que haga todo lo que esté en su mano por ser feliz. Que sea humana y sepa escuchar a su corazón
Madre 3: Que viva con ilusión, pasión, luche y trabaje que con esfuerzo y persistencia. Que trate a todo el mundo por igual, con respeto hacia todas las culturas.
¿Qué quisieras que tus hijos te dijeran?
Madre 1: Me gustaría que me dijeran que: si tuvieran la posibilidad de elegir madre antes de nacer, siempre serias tú.
Madre 2: Me gustaría que mi hija me dijera que ella también me quiere. Que me perdona y me echa de menos tanto como yo a ella.
Madre 3: Que a pesar de todos los errores, he sido una buena madre para ellos.
¿Hay algo que te gustaría decirle a tu madre?
Madre 1: Ahora que soy madre, trato de resarcir todos los dolores de cabeza y lágrimas que derramó por mí. Le pido perdón en silencio, con mis acciones.
Madre 2: Me encantaría decirle cada día que la quiero y que le agradezco todo lo que hizo por mí.
Madre 3: Si pudiera volver a verla le diría: ¡Te quiero mamá! Te perdono y te echo de menos cada día.
¿Qué palabras te gustaría escuchar de tu madre?
Madre 1: Me gustaría escuchar de ella que está orgullosa de mí por la mujer en que me he convertido y por mi papel de madre con mis hijos.
Madre 2: Escucharla de nuevo decirme: te quiero, y también: lo estás haciendo lo mejor que puedes.
Madre 3: Que no fui una carga para ella, que me aceptaba y quería tal y como era.
¿Qué consejos darías a otras madres que están comenzando su viaje?
Madre 1: Que se guíen por su voz interior y no escuchen el ruido exterior. Lo que necesitan saber para su maternidad, la vida se los pondrá delante.
Madre 2: Que no maltraten a sus hijos dándoles todo lo que pidan.
Madre 3: Que acepten las diferencias y no traten de cambiar las formas de vida, ni las culturas. Que acepten con humor las diferencias y aprendan a conjugarlas con las costumbres propias. Que enseñen a sus hijos a disfrutar, respetar y aprender de todas las culturas, a no juzgar a los demás por su origen o creencias.
Con estos consejos de madres del mundo me despido por hoy en este Día de las Madres. Así, en plural, como lo celebramos en Cuba para incluir en las felicitaciones a todas las madres, tías, abuelas, suegras, hermanas, madrastras y amigas que irradian amor a nuestras vidas. Guerreras, valientes, irremediablemente humanas: Abrazaros y quereros muchísimo, sois maravillosas. ¡Feliz día de las madres!