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Marcos de hierro


Hombres como Joseph Gay-Lussac despiertan respeto, y no porque formasen parte de la élite científica a principios del siglo XIX, sino porque se jugaron la vida ascendiendo cuatro kilómetros en un globo para ofrecernos las primeras lecciones de lo que hoy conocemos como Atmósfera.

Lo que está claro es que si quieres superar tus miedos, tendrás primero que conocer qué los ocasiona.

Un marco de hierro es esencial para vivir: es aquel que se mantiene inalterable y fiel a sus principios ante cualquier ataque que se encuentre. Así pues, el marco de hierro es la capacidad de hacer frente a las adversidades sin desviarse de su objetivo principal.

Decir esto en la teoría es muy fácil, pero en la práctica sucede muy pocas veces que nos posicionemos de un lado sin titubear aun sabiendo que tenemos razón en lo que defendemos. ¿Por qué? Porque mientras necesitemos la aprobación de otras personas para sentirnos bien estaremos vinculados a esa aprobación. Lo mismo sucede con cualquier miedo, cuanto más nos dejemos afectar, mayor será el control que tendrá sobre nuestras vidas y nuestras decisiones.

Imagina la diferencia entre llegar a la nevera y verla vacía y tener todas sus estanterías llenas hasta rebosar. Si tienes hambre será imposible que te sacies a menos que salgas de casa y vayas a comprar algo para comer. Esto es lo que le ocurrió a Gay-Lussac, si quería experimentar y aprender sobre la atmósfera y la temperatura no podía quedarse en casa mirando el cielo esperando, debía vencer el miedo que suponía subirse a un globo en 1804 y ascender para comprobar sus teorías. En la vida en general las cosas suceden como con la nevera, con las estanterías vacías esperando a que alguien se atreva a llenarlas de comida.

Hay una concepción extendida de personas que piensan que mantener tus ideas es de mala educación o por lo menos no defenderlas con demasiada vehemencia para no parecer arrogantes. Lo que me pregunto es, si estas personas piensan así, ¿qué pensarán los demás de ellos cuando les vean dudar todo el tiempo de sí mismos? O eres seguro de ti mismo o eres un adulador con pinta de simpático, pero no las dos cosas. Decidir lo que se quiere y actuar congruentemente nunca te traerá disgustos hacia la persona más importante a la que tienes que respetar: a ti mismo. Además, ¿qué saca nadie de beneficio siendo como no es en realidad?

Así que punto número uno: tu estilo de vida no está sujeto a regateo. Y punto número dos: con los miedos lo mismo que con la nevera, si uno quiere comer, tiene que salir a buscar su comida. Pero este es solo el punto de partida. Que salgamos a comprar no significa que llenemos la cesta con los productos adecuados.

Verás, con relativa frecuencia las personas quieren vencer miedos, pero no saben cuáles tienen porque no los han definido todavía. A esto se le llama introspección. No solo hay que buscar soluciones a los problemas sino entender qué ocasiona que los tengamos miedo y de dónde nace tal miedo. Es uno de los ejercicios más conocidos de Freud cuando trataba a sus pacientes. No se quedaba meramente en la superficie, él iba más allá porque sabía que la mayoría de los problemas que arrastramos las personas en la edad adulta provienen de conflictos en la infancia y la adolescencia.

Sin entrar demasiado en materia psicológica, lo que se recomienda es que no le tengamos miedo al verdadero miedo, que es aceptar y enfrentar todo aquello que nos hizo padecer en el pasado. Lo que pasó, pasó, y lo que uno sintió puede cambiarse por la sencilla razón de que ya no estamos en aquella época, ni somos las mismas personas, ni tenemos los mismos conocimientos ni la misma vida.

Un marco de hierro se crea aceptando dos cosas clave: que el pasado ya no existe y que la persona puede, si se lo permite, crear toda una psique nueva cuestionando sus antiguos sufrimientos y dándole a su nueva identidad más credibilidad y confianza. Si uno ha fracasado en algo es ese algo lo que hay que cuestionar hasta aprenderlo a manejar, no cuestionarse negativamente a uno mismo, si a uno le llovieron las críticas a través de abusos no son las críticas el problema, sino las descargas de inseguridad de las personas que las vertieron. Recuerda que la sabiduría tolteca dice que cuando alguien lanza veneno es porque por dentro ya está intoxicado y no quiere sentirse solo, es más, ignora que tiene que curarse. Y la sabiduría tolteca ha servido a las fuentes más primitivas del pensamiento y el crecimiento humano, así que algo debe saber del tema.

Los marcos indestructibles lo son porque reconocen lo que ven, sea miedo, fracaso o cualquier otra adversidad, los miran a la cara y trabajan para superarse cada día. Así que la próxima vez que veas algo a lo que enfrentarte no dudes de ti, entiende que eres todo lo que te ha pasado y todo de lo que eres capaz, y que mientras sigas superando retos más fuerte te irás haciendo.