Tras su actuación y último puesto en la final del Benidorm Fest, Alberto Jiménez, cantante y cara de Miss Caffeina, animaba a todos los grupos de su 'nicho' a probar suerte en una aventura como esa. Me gustó bastante que lo llamara nicho para no prolongar la etiqueta de música indie o de festivales. Sin embargo, me gustó bastante menos su desempeño y, sobre todo, su canción.
Como fan acérrimo del grupo durante muchos años, podría ser alguien poco objetivo en las alabanzas, y probablemente sea así. Mi opinión sobre que su álbum Detroit 2.0 es uno de los mejores que han visto la luz en el ya mencionado nicho podría ser exagerada, pero podría presentar algunos argumentos que podría sostener en otras líneas, no en estas. Es por esto que una crítica al grupo por mi parte, o por cualquiera de aquellos que llevan años escuchándolos, cobra mayor importancia, dentro de que no le importe a nadie y menos aún a sus integrantes.
El último lugar de Miss Caffeina en la final del Benidorm Fest no es más que el termómetro de un grupo que, en su apogeo, debería haberse llevado de calle el festival; o al menos, la valoración del jurado, porque ya sabemos que los votos del vulgo son harina de otro costal. Como artistas, son libres de llevar su música donde quieran y no me parece inapropiado intentar el camino a Eurovisión. Sin ir más lejos, sus amigos de Varry Brava lo intentaron de forma muy loable con una canción que venía mejorando todo lo que estaban haciendo y que les devolvió cierto impulso. Y quizás eso también buscaban los cafeteros, crecer con el impulso del Benidorm Fest, pero, aunque parezca que no, todo se resumen en el mundo musical a las canciones.
Hace ya unos cuantos días, Fito Siloé nos comentaba al trío VallaGafas que después de todo lo que rodea a la música y al mundo musical, lo que quedan son las canciones. Estoy de acuerdo, son la pura esencia de todo y lo que lleva a un grupo hacia arriba o hacia abajo. Todos sabemos que de haber presentado el Mira cómo vuelo al Benidorm Fest, hubieran arrasado porque es un himno. Lástima que ya lo hicieran hace años. Después de ese hit, han seguido elaborando algunas buenas canciones, incluso en su último EP, Shangay Baby. Sin embargo, el nivel ha ido decayendo paulatinamente y su relevancia en las pirámides de los carteles de los festivales, también.
Por mucho que les hayan adelantado otros grupos en los últimos años, Miss Caffeina no deja de ser un elefante importante dentro de su 'nicho'. No está en condiciones de ser un cabeza de cartel puro hoy en día, pero la segunda línea de parrilla, por trayectoria, es su nivel. Teniendo en cuenta esto, la escena musical a la que pertenecen debería haber estado mejor representada: no puede un grupo de su talla presentar una canción tan simple como Bla bla bla. Flaco favor de Miss Caffeina a su 'nicho' el haber participado con una de sus peores canciones. ¿Se imaginan a Lori Meyers o Sidonie siendo derrotados por un chaval de Villena que directamente no tiene voz? Aunque muy majete y con un tema superior al de muchos de sus rivales.
Miss Caffeina es un grupo valiente que ha sobrevivido a la marcha de su batería antaño (más bien despido) y de su guitarrista principal no hace tanto. Tienen talento para volver a la senda del triunfo musical si así lo pretenden, pero me gustaría que para ello cambiaran bastantes cosas. Mientras tanto, ¿volveremos a ver a un grupo medianamente importante de su 'nicho' musical asomar la cabeza por el Benidorm Fest? Con resultados así, lo dudo.