Las tardes de piscina pueden ser eternas sin temas de conversación a los que sacarles jugo. Pero eso no nos pasa a mí y mis amigas. El otro día estuvimos en casa de mi querida amiga Blanca, merendando y charlando sobre la vida. Entre uno de los tantos temas que tocamos estaba incluido las novias y sus estilismos para el día más especial de su vida.
La mayoría de las personas a las que conozco, o al menos la mayoría de personas que se quieren casar, saben, desde hace mucho, exactamente qué sí se pondrían en su boda y qué no. Todos tenemos gustos definidos, un estilo claro que te hace pensar, al menos una vez en la vida, lo que querrías llevar si pasas por el altar junto al amor de tu vida.
Últimamente, me sorprende la ausencia de velos en la mayoría de las novias. Es más, las novias cada vez parecen menos novias. Y no me refiero solo a las hermanas de mis amigas que se están casando, sino también a todas esas celebridades que se están dando el "sí quiero" este verano.
Un velo para mí es un básico. Tanto las influencers Marta Lozano y Teresa Andrés, como las 'royal' Letizia Ortiz y Lady Di, optaron por llevar mantillas o velos en sus looks nupciales. Un complemento que puede ponerse cualquier novia y que siempre supondrá un acierto en un día en el que no hay hueco para fallos.
El velo, en su versión más tradicional, debe cubrir el rostro de la novia. Al contrario de la mantilla, que puede colocarse uso centímetros por detrás del nacimiento del pelo, cubriendo la cabeza, pero no la cara.
La mantilla siempre es bordada, ya sea de blonda o de chantilly, y el velo debe ser transparente y puede llevar bordados y ser liso. Hay muchos tipos de velos que siempre permiten jugar y dar un toque más moda a las novias que no quieran ser tan clásicas.
No puedo pensar en las novias más icónicas de la historia reciente como puede ser el caso de Megan Markle o de Bianca Jagger, sin ver sus maravillosos velos.
Si te casas dentro de poco, y todavía estás abierta a incentivar tu outfit, corre a por un velo, ¡no te arrepentirás!