El hecho de que en muchas zonas de España coincidan las grandes procesiones con el turismo masivo de playa nos está indicando que las dos cosas son compatibles. Los cristianos han sabido adaptarse a la situación del siglo XXI. Por eso, creo que estamos ante una buena ocasión para que pensemos en cristiano.
Recientemente los obispos españoles han cursado una invitación a las personas que no marcan la X en la declaración de la renta para que participen en el sorteo de un viaje de cinco días, dando por supuesto de que, si no marcan la X a favor de la Iglesia en la declaración de la renta, es porque desconocen todo lo que se logra con esa X. No sé si es esa la razón por la que muchos no marcan la X a favor de la Iglesia, pero lo que sí sé es que, consciente o inconscientemente, los obispos han acertado en resaltar dónde está la idea fundamental del cristianismo: la solidaridad. "Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme"." "En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis". (Evangelio de San Mateo)
¿Se puede ser tan cristiano descansando en la playa como asistiendo a las procesiones? Pues sí, porque tanto una cosa como la otra son algo accidental en el cristianismo. Creo que la mayoría de los españoles -seamos cristianos o no- somos conscientes y sabemos apreciar la labor social y humanitaria que está haciendo Cáritas, y somos conscientes también de la enorme labor social que podría hacer la Iglesia católica si vendiera y supiera administrar socialmente todos los inmuebles que actualmente le sobran. Hubo una época en la que quizás era preciso construir iglesias, pero ahora estamos en la época en la que sobran iglesias (no me refiera a las de tantos pueblos semivacíos en los que la iglesia es lo más característico del pueblo). "El gran problema que tenemos ahora es la venta de iglesias", decía hace poco tiempo el jerarca de una gran ciudad.
Quizás algunos de los que no marcan la X a favor de la iglesia se pregunten ¿cuánta obra social se podría hacer con la venta de dos iglesias del centro de Madrid o Barcelona? (Son muchas más las que sobran en estas ciudades) Es este el ejemplo que estamos esperando todos de la jerarquía católica.
Se puede ser un buen cristiano, aun sin estar bautizado. Se puede ser cristiano, aun creyéndose ateo. No son las procesiones ni la asistencia a Misa lo que por sí solo caracteriza a un cristiano, sino el espíritu de solidaridad.